En el “mejor partido de la jornada”, según palabras del mismísimo árbitro, las Hijas de Gepetto y Hasta la Victoria’s Secret se sacaron fuego y protagonizaron un gran espectáculo para todos los presentes. Fue uno a uno y así el torneo femenino demostró todo su fútbol.
A punto de desplomarme en uno de los
improvisados bancos de cemento que rodean la canchita, con las ganas de
observar hoy, y por fin para mí, el primer partido del torneo femenino, algo
que por horarios de los partidos aún no había podido hacer, Sofía me llama por
mi nombre y su rostro es claro: hay que cubrir un bache. 0
La duda me sobreviene, le digo
palabras confusas, que sí, que no, pero ella se adelanta, sabe que está en
ventaja: “Yo estoy cubriendo este pero ahora tengo que ir a entrar en calor”,
dice con cierto profesionalismo. Finalmente acepto. Saco el cuaderno, una
birome y anoto los equipos, algo que después admito voy a tener que agradecer
por el desarrollo del juego… Pero vayamos de a poco: de un lado, las Hijas de
Gepetto presentan ante el pedido del improvisado cronista una lista de 12
jugadoras; Hasta la Victoria’sSecret, una de 8 nombres, todos con sus
respectivos números. Es así que la cantidad, prolijidad y disposición para
anotar los equipos me sorprende gratamente.
Los nombres de los equipos, nuevos
para mí, empiezan a tomar color: Hasta la Victoria es el equipo puntero, las ya
míticas jugadores de Platense, que vienen demoliendo rivales; Las Hijas de
Gepetto, el conjunto rosa, quizás el más glamoroso del torneo, que de un
baldazo de agua fría en el debut pasó a un empate y hoy encara su tercer
partido con expectativas renovadas aunque con el cuidado de saber que enfrente
están “las mejores”.
Pero antes, siguiendo la propuesta de
Sofita (y acá imagínense linkeada su crónica), atrevámonos a la pregunta ¿qué
implica la entrada de las mujeres en nuestro querido campo de deportes?
Sin dudas, no sólo el campo sino el
fútbol entero se trata de un lugar históricamente de “ellos”. La aparición este
año, y hay que decirlo: no por arte de magia ni por repentina y generosa
decisión de los organizadores, de un torneo femenino empieza o avanza en
demoler fronteras culturales tontas. De repente, todos nos dimos cuenta que el
fútbol se jugaba en silencio y con cierto pudor por las muchachas. ¿Quién no
escuchó alguna vez de una compañera el “sí, siempre fui medio pibe” ante el
enterarnos de su clandestino amor por la pelota? Se ve que el fútbol, entonces,
no es propiedad de nadie y que el campo ahora es más nuestro que nunca.
Igualmente Sofita, las compañeras deberán comprender a quienes nos sintamos
algo dolidos por observar que una mujer le pega irremediablemente mejor que
nosotros, o que defina técnicamente mejor o peor: que simplemente ponga más
“huevos” en la cancha… ¡Son siglos de desigualdad! Lo que está sucediendo en el
campito no es joda…
Pero vamos ahora sí a los hechos.
En la previa la tensión, un silencio
que nadie se anima a cortar, es el marco. Hay olor y promesa de partidazo.
Veremos. El árbitro, motivo de comentarios por lo bajo entre las mujeres (no
hace falta más que ver los títulos de las notas de esta fecha para
corroborarlo), que hoy vio sangre en un párpado femenino y luego fue requerido
para tomarse unas fotografías (¡!), suena el silbato y el partido comienza.
Empieza mejor Hasta la Victoria,
Jimena Ávalos intenta de lejos en una de las primeras pero la 89 Sole, una de
las figuras del conjunto rosa-frutilla-chicle, rechaza al córner. El centro
llega a la 9 Sofi Schiariti que casi logra conectar pero no tiene suerte. En la
siguiente, la misma 9 intenta la pisadita en el área pero recibe la marca
atenta y rigorosa de la número 2 rosa: Magda.
En estos primeros instantes los
equipos aún no se encuentran. ¿Nervios quizás? Con hinchada, dts y una tribuna
repleta, colorida y muy bulliciosa, la tensión del público se traslada a las
jugadoras. El silencio y la tranquilidad del comienzo ceden ante un ritmo
frenético y sin descanso.
En eso, la arquera Leila Simsolo
tiene la pelota e intenta el pase estilo handball a una de sus compañeras
parada en el centro del campo. La bocha se levanta, su compañera espera que
esta le caiga pero eso no sucede nunca. La 2 Magda viene corriendo desde atrás,
anticipa dando un saltito espectacular y sin pedir permiso se lleva la pelota…
Con alma y vida entra a correr, se la lleva de rodillita, pechito, otra vez
rodillita y cuando la arquera le sale, define con un toque suave a la red. Gol,
¿qué digo gol? GOLAZO para las chicas de rosa, que festejan como nunca la
victoria parcial y aplausos de toda la tribuna que parece venirse abajo. Así
las Hijas de Gepetto se ponen rápida ¿y sorpresivamente? arriba en el marcador
y empiezan a ilusionarse con la posibilidad de los tres puntos y el primer
triunfo del campeonato ante el puntero. “¡Qué golazo!”, se comenta y repite
afuera, una y otra vez.
Ahora sí, el partido se arma.
Tras cierto desconcierto entre las
verdes, la número 5 Ávalos se hace dueña de su equipo e intenta ordenar y
tocar. Sole, desde el arco, interpreta bien lo que está pasando: “¡Hay que
salir, chicas!”, insiste a sus compañeras pero no hay caso; la presión es
mucha.
La 9 verde Schiariti gira entre dos
rivales, tiene su gol pero la cierran justito. Al minuto vuelve a probar pero
el remate débil es bien contenido por Sole. La 2 Magda comienza a demostrar
todo su fútbol, Sole se hace líder en defensa y se vuelve a mostrar imbatible
como cada fin de semana. La número 4 Cape por momentos se ve desbordada en
defensa por los tiros de lejos de Ávalos pero enseguida encuentra el ritmo y el
juego. La número 3 Belu completa bien la defensa y la 12 Piojita intenta
organizar el contragolpe que no muchas veces sale. Después será la 8 Renata
quien lo intente.
A pesar de los esfuerzos, se juega
casi completamente en campo rosa. ¿Podrán zafar del empate? Con algo de suerte,
mucha actitud y Sole entre los tres palos (sin ella nada de esto sería posible,
ellas lo saben), el conjunto de las “camisetas buenísimas” por ahora aguanta el
partido con mucho estilo y por momentos, algo de juego. La 2 Magda se hace
caudillo y patrón, quita y hace jugar. A pesar de un físico chiquitito,
compensa fuerza con agilidad y no hay jugadora que pueda eludirla. Ávalos, por
primera vez en el torneo, ve que no todo será tan sencillo…
Es la misma Ávalos que desde lejos
vuelve a probar sacando un terrible remate desde afuera y dejando a toda la
cancha enmudecida ante tamaña violencia. Apenas afuera. Hay miradas cómplices
entre el público como diciendo ah no, esta mina es una bestia.
Tiempo de cambios: entra la 5 Sofita
por la 2 Magda que necesita el descanso, parece decir su dt también de rosa.
Sofita, en su primera jugada, intenta llegar a una pelota que se escapa por la
banda izquierda, no lo logra y cae peligrosamente al suelo, prueba el rigor del
cemento y arrolla a los pasivos espectadores que animaban el encuentro.
¡Tremenda caída de Sofi que pide disculpas y continúa el juego rápidamente! Con
estos huevos, las Hijas de Gepetto tienen buenas chances de aguantar el
partido. (¿O serán ovarios? El cronista duda y continúa; serán las chicas
quienes decidirán apropiarse de la palabra o inventar una nueva que designe
eso: actitud, voluntad y juego).
En la siguiente, Ávalos, quién sino,
desborda por derecha, se saca a una defensora de encima y saca otro terrible
sablazo… Sole acompaña el remate con su mirada y... ¡Palo! ¡Terrible palo! ¡Qué
partidazo estamos viendo, señores! Hombres y mujeres indistintamente se acercan
a observar tan bello fútbol. Aplausos, muchos aplausos para la 5 que quiere su
gol pero aún, ¿sólo aún?, no lo logra. Sole esboza una sonrisa en su rostro:
sabe que en esta tuvo suerte…Mucha suerte.
La 8 verde tiene su gol tras un pase
de la 5 pero se va mordido y afuera. Casi Natalia Papú se anota en la lista de
goleadoras. El cuaderno señala: “Linda combinación entre 3 y 8, pero esta no se
anima de zurda”, las protagonistas sabrán a quiénes se hace referencia. Tiro
libre. La 5 Sofita pregunta hacia el banco: “¿Cómo hacemos barrera?”. El dt en
el desconcierto intenta la explicación pero la 5 verde apura el remate y pega,
sí, en la barrera.
Ya en los últimos minutos, hay una
absoluta dependencia de la 5 Ávalos en el conjunto de Hasta la Victoria. “Vos
quédate”, manda a su defensora Julieta le Bellot que se ríe y cuida la contra.
Fin del primer tiempo. Aplausos y más
aplausos de la tribuna rosa que festeja el triunfo. De parte de las verdes,
algo de agua y concentración. Charla técnica de las dos partes. Ambos conjuntos
en ronda y con sus directores técnicos. Ávalos recibe la pregunta del cronista
sobre el desarrollo del juego y la 5, acostumbrada a micrófonos y grabadores,
devuelve la pared: “El fútbol es así viste, vos sabés”. El dt rosa, por otro
lado, (curiosamente no anotado en la planilla de los planteles para la revista)
se encarga de dar indicaciones para el armado de la barrera. “La tenés que
acomodar vos”, le indica a su arquera estrella.
Los equipos de vuelta a la cancha y
otra vez a dejar la vida.
Ávalos se escapa por izquierda, le
pisa la pelota a la 5 Sofita pero esta no duda y con agresividad pone la pierna
y quita al lateral. Bien por la número 5 que no se achica. Falta, tiro libre de
Ávalos, hay un rebote, la 9 tiene su gol pero la Sole logra desechar el
peligro. La pelota flota en el aire tras una
serie de rebotes y ahí es cuando la 6 Patricia Vázquez se anima y pone el
tremendo frentazo que pareciera señalar por aquí no pasarán. Sorpresa y
aplausos del público.
El segundo tiempo se presenta más
peleado, sin tantas situaciones claras y más faltas. La 10 rosa Manuela intenta
el juego ahora en su equipo pero no está fácil. Sole vuelve a taparle un remate
a la 9 Schiariti y confirma su liderazgo. La 7 Maldo aparece en el frente de
ataque y sola se fabrica sus ataques, con más garra y corazón que juego. Parece
siempre cerca de la definición y el gol pero no, por ahora son solo
insinuaciones…
Sin embargo, todas las jugadores son
partícipes de un duelo claro, clarísimo, entre Magda y Ávalos. Ahí está el
partido. Ellas lo saben; se prueban, se miden y evalúan. Ávalos intenta de
afuera de puntín pero no hay caso. En la siguiente intenta el amague pero la 2
Magda quita con estilo, demasiado estilo, y llueven los festejos.
Promediando el segundo tiempo, y como
inevitablemente sucede, la mirada posada en el partido afloja y se distrae. En
eso se ubica en la tribuna y algo jamás observado por mis ojos futboleros en
años de torneos se presenta. Veo una hilera de compañeras situadas al calor de
la línea del lateral, todas o casi todas gritando desaforadamente, salpicando
saliva y vociferando vaya a saber qué vocablos extraños; una fuerza colectiva
en la cancha de cemento desconocida hasta entonces. Cierro los ojos y los
vuelvo a abrir. Me los refriego. Es cierto: las chicas al fin están
descubriendo que no hay, que no habrá nada como la unión con tu equipo, el
placer de cortar un pase, de construir una jugada, de ponerle un pase a tu
amiga para que defina y grite el gol desaforadamente. Que no hay ni habrá nada
como el fútbol y su después.
En eso, un comentario extraño llega a
mis oídos: “Muy buenas las medias de la 10 rosa, me encantan” (las medias son
violetas con detalles rosas). Y sí, el comentario confirma que el fútbol
femenino atrae público de todas las edades, intenciones y colores…
Pero volvamos. En el verde se nota
cada vez más la falta de juego asociado; las asociaciones son allí
intermitentes. En las chicas de Gepetto hay juego, y mucha voluntad, que es lo
primero, pero no lo único. Es que en este partido aparece algo nuevo. Se nota,
se empieza a vislumbrar algo más que simples ganas: un cierto funcionamiento.
Las jugadoras como piezas de algo mayor, cierta impersonalidad en el equipo,
algo digno de trascender los domingos y las bondiolas…
Mano de Sofita que se deschava con el
gesto. Tiro libre de la 5, pega en Sofi. Luego, combinaciones interesantes se
suceden entre la 10 y la 12 rosas. La pelota, otra vez, queda en el aire, y
ahora es la 5 la que pone el frentazo y rechaza el peligro. Afuera se escucha:
“La 2 y la 5 son los estandartes del equipo”, y una respuesta: “No te olvides
de la arquera”.
Mientras tanto, el partido.
Ávalos vuelve a probar, esta vez de
zurda. Apenas desviado. “Uhhhhhhhhhhh”, llueve desde la excitada tribuna.
Y de pronto, faltando nada más que
instantes, la 2 Julieta Lancella se escapa por derecha, filtra el pase para el
medio, las defensores que se duermen y la 5 Ávalos que define entre las piernas
de Sole… Gol, golazo para las chicas de Hasta la Victoria que ponen el partido
en tablas. En los festejos, la 5 agradece a su compañera el envío y con la
misma potencia que puso en el juego la abraza y se le tira arriba y casi que la
hunde en el cemento, pero no es nada. Están enajenadas las verdes, y con razón:
fueron en busca del empate y lo consiguieron.
Uno a uno entonces y no hay tiempo
para más.
Los dos conjuntos se saludan, olvidan
tibios rencores propios del juego y se retiran satisfechos del campo.
Las chicas de camiseta chicle nunca
corrieron tanto como hoy y demostraron que están para crecer: la derrota del
debut hoy queda bien enterrada, sepultada en el olvido. Con dos empates al
hilo, se prenden al campeonato. Había escrito Martin Scaglia la semana pasada:
“Las hijas de Geppetto son puro sacrificio y entrega, juego colectivo,
solidario, aún no les luce del todo el fútbol pero futuro hay de sobra”. Hoy se
puede decir que el futuro llegó… o al menos está cerca cerquita. Por el otro
lado, las de Hasta la Victoria supieron jugar en campo contrario y hacer figura
a su arquera rival, que no es poco. Ávalos, otra vez, demostró toda su
jerarquía e hizo temblar a las espectadoras que ahora dudan de presentarse
cuando les toquen las muchachas de verde...
En los rostros cansados, en los
cachetes rosados de ambos conjuntos, se nota: de a poco las compañeras, en
otros momentos dudosas y hasta críticas de este bello deporte colectivo, se van
enamorando del fútbol como quien no quiere la cosa… El punto que se repartieron
los equipos después del pitido final pasa a segundo plano, ahora lo que importa
es toda la cantidad de minutos que llenarán las protagonistas entre semana con
charlas sobre este tremendo partidazo.
Y cuando todo pareciera esfumarse:
“¡Qué gol de mierda! ¡¡Qué cerca de ganar estuvimos!!”, se escucha de fondo.
Risas y más risas. Y el placer de haberlo dejado todo.
Goles:
1-0: 2 Magda (Las Hijas de Gepetto)
2-0: 5 Ávalos (Hasta la Victoria’s Secret)
Hasta la Victoria’sSecret:
1 LailaSimsolo 8,5
2 Julieta Laucella 8
4 Julieta Le Bellot 7
5 Jimena Ávalos 9,5
6 Patricia Vázquez 7
7 Julieta Ruz 7
8 Natalia Papú 7
9 Sofía Schiariti 8
Las hijas de Gepetto:
89 Sole 9
2 Magda 10
3 Belu 7,5
4 Cape (Lucía) 7,5
5 Sofita 9
7Maldo 8
8 Renata 7,5
9 Mariel 7,5
10 Manuela 7,5
12 Pioja (Victoria) 7,5
22 Olga 7,5